lunes, 20 de agosto de 2012

SOLEDAD


Que si estás solo o te sientes solo, que si la soledad es buena o mala, que esta es para los cobardes, no lo sé, no sé si es buena o mala, lo único que sé es que de un tiempo acá se ha vuelto una  de mis mejores amigas, la he conocido más de lo que pensaba, por decisión propia o porque era nuestro destino conocernos... no lo sé.

Que a veces aterra y a veces apacigua, que a veces hiere y a veces es bálsamo, lo cierto es que en momentos quieres y a la vez no quieres estar solo.
Ha venido a visitarme últimamente y se ha instalado cómodamente en un amplio pasillo de mi corazón y la he recibido y quizá nos sigamos conociendo.

Puede que alguien me pregunte por qué me siento así, la verdad es que no lo sé, no es falta de compañía, ni el sentir que me han abandonado, ¿extraño verdad?
Precisamente en este momento, está sentada a la par mía con una sonrisa maliciosa, quizá le da risa ver estas absurdas cavilaciones que escribo, pero no me enojo con ella, ¿de qué me sirve?
Está aquí porque quiere, de momento no sé qué cosa quiere, aún así, tampoco la veo como una enemiga, en otro rato compartiré una plática con ella.

Se ha instalado aquí, sin mi permiso, pero me niego a verla con desconfianza como si fuese un ladrón o un enemigo, mejor la aprovecharé y veré si me regala uno que otro verso como estos:

Llegaste y no sé por qué,
me elegiste al azar
o ya era nuestro destino.
No sé si vienes a cobrar una deuda del pasado
o a limpiar los resquicios de mi alma.
No encuentro ganas ni sentido entablar una lucha.
No sé si te llamé sin saberlo
y tú sólo respondiste a mi llamado.
O sí viste en mí a un corazón vacío
que pareció ser un sitio cómo para ti.
Tal vez tengas respuesta a mis dudas,
tal vez sanes ciertas heridas,
tal vez concluyas una asignatura del pasado.
Lo cierto es que te acogeré por un tiempo
(como si tuviera otra opción).

No hay comentarios:

Publicar un comentario