sábado, 7 de enero de 2012

¿Cuál es tu punto de partida?

Recuerdo una ocasión que viaje a San Salvador, debía visitar unas oficinas gubernamentales para dejar unos papeles. Aunque había averiguado dónde se encontraba el lugar, terminé perdiéndome. Caminé un poco y al final, decidí llamar a un amigo que conocía bien la zona. Me dijo dónde quedaban las oficinas, pero aun así no lograba  ubicarme y se lo hice saber por lo que me respondió: si no me decís dónde estás exactamente no te puedo decir hacia dónde tenés que ir. Y tenía razón, con sus instrucciones finalmente logré llegar.

Al pensar después en esas palabras, reflexioné que la vida es así.

Muchas veces decimos saber hacia dónde queremos llegar, pero en realidad no sabemos dónde nos encontramos. La solución a muchas dificultades depende de cómo se planteen estas; de cuál sea el punto exacto de partida porque éste condiciona el camino a la meta.
Hay  una situación bastante particular, la mayoría de veces nos planteamos la vida a manera de dilemas: ¿o estudio o trabajo? ¿o soy una persona exitosa o formo una familia? Este pensamiento, lleno de limitantes suele forzarnos a un montón de renuncias innecesarias que no suelen darnos la satisfacción que se pensaba.

Ahora bien, esta percepción de la vida es totalmente errónea. Ni la noche es enemiga del día, ni la lluvia del sol; pensar de esa manera más bien constituye una visión bastante limitada de la realidad.
No siempre hay que elegir y menos lo qué me dicen otros que debo desear. No olvidemos que lo maravilloso del ser humano es su capacidad casi infinita de buscar alternativas, y más cuando el corazón se entusiasma por alguien o por algo. ¿Qué sucede sin en lugar de pensar en alternativas más amplias y comprensivas?: “Éxito laboral y familia”, “trabajo y estudio”.

Pensar que cada problema en la vida tiene una solución única muestra un desconocimiento de la enorme capacidad humana.  

Dejemos de renunciar a unas cosas por otras y pensemos en alternativas para llevar a cabo todo eso que deseamos, rompamos con esos dilemas.

Y es que la verdadera realidad presenta al ser humano terceras, cuartas y quintas posibilidades de solución. Basta observar las cosas tal y cual son: hay muchos profesionales que  son buenos padres; personas que trabajando logran estudiar lo que siempre han deseado; gente que consigue con esfuerzo todos sus sueños sin renunciar a nada.

Entonces, retomando aquí un poco de sabiduría popular podríamos decir “Dime dónde estás, cual es tu punto de partida y te diré… que llegarás lejos, porque sabés al menos donde comienza tu recorrido”.





4 comentarios:

  1. Me encantó y tiene toda la razón a veces queremos conseguir algo y no hacemos nada para conseguirlo, es como querer saber que querer hacer en esta vida pero no saber si nos encontramos en el lugar correcto para hacerlo.

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  2. simplemente inspirador! no se puede llegar a un destino sin conocer el camino o aventurarse a conocerlo

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  3. Gracias On my way, así es, aventurarse en la vida es la clave.

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