viernes, 6 de enero de 2012

Conócete más

Hay algo que siempre nos dicen, todos somos únicos. Y es que por mucho que nos parezcamos a otros o tal vez compartamos ciertas cosas con alguien, siempre tenemos un sello personal que dejamos en todo lo que hacemos.

Parte de eso único que poseemos son nuestras habilidades y aptitudes. Cada quién es bueno en algo y no es que no podamos hacer ciertas cosas, pero siempre hay algo en lo que nos destacamos: hay quienes son buenos en las matemáticas, otros tocando algún instrumento musical, algunos en química y otro tanto de personas que tienen algo de poetas.

No es cierto cuando alguien dice que es "un bueno para nada", lo que pasa es que aún no descubre qué es "lo suyo", cuál es esa habilidad, en algunos casos porque simplemente no se dan cuenta que la usan y en otros es porque no lo han explotado todavía.

A veces parece que nos hace falta alguien que nos diga para qué somos buenos o que por lo menos nos de ese voto de confianza que nos hace falta para descubrir qué es lo que guardamos en el interior.

Pero, ¿por qué esperar a que otro vea esas cualidades, eso que nos hace únicos, antes que lo veamos nosotros mismos? A veces confiamos tan poco en nosotros porque no nos damos el tiempo necesario para conocernos, saber qué nos gusta, qué nos hace felices, o por qué no decirlo, aquello que hacemos mejor que los demás.

Alguien dijo una vez que nosotros fijamos nuestros límites, démonos entonces ese voto de confianza nosotros mismos, emprendamos una búsqueda interior para descubrir eso que hemos dejado oculto allí, aún estamos a tiempo de hacerlo.

2 comentarios: